Me gustaría que a sus amores propios no les faltase nada..
Que en vez de huídas se planeasen encuentros, entre todos. Entre todos nuestros propios amores y que amemos
A veces sucede que nos cansamos de ser hombres. A veces sucede que nos cansamos de ser mujeres. A veces sucede que simplemente nos cansamos de ser.
Pero pasa entonces, que te encuentras de nuevo con tu amor propio y te acuerdas de cómo eras, y entonces ya todo está mejor y te dices a ti mismo al oído: "Qué bueno sentirte vivo!". Y entonces te das cuenta que eres. Que simplemente y complejamente eres.
El mundo se va haciendo de dudas y contradicciones dinámicas, y nosotros somos partícipes esenciales en su producción. Y yo voy. Y avanzo, porque no me quiero quedar al margen de esto.
Ahora ya me acuerdo de cómo era, y es que antes estaba así como un poco sucia
Y ya me desdoblé y me dije unas cuantas cosas al oído.. y soy, y sí, soy feliz con esta esquizofrenia tan particular.
Y me enamoro y soy feliz. Y me enamoro tb de mí y soy feliz conmigo misma. Y entonces ahora puedo amar al resto y ser feliz al resto y compartir lo bueno con el resto, porque ahora que estoy más tranquila y como quería, puedo entregar lo mejor y ser feliz entregando lo mejor, como dice Fromm, yo quiero ese amor maduro, no ese amor mercantilista que se siente estafado, ni ninguno de esos otros.
No voy a poner mi felicidad en manos de nadie, al menos no por hoy y hasta que caiga.
Por hoy y hasta que me siga desdoblando y diciéndome esas cosas al oído, amo. Sí, amo de la forma más elemental, eterna. Porque hoy me entiendo y me escucho.
Además, ya sabes. Sé que ya nada salió mal, sé que todo ya tuvo el sentido, sé que ya hicimos algo importante y aprendimos de ello, sé que ya valió la pena, y da lo mismo lo que ahora venga. Esa es nuestra eternidad. No sea que nuestro pasado nos deje atrapar, esta noche está en nuestras manos decir alguna verdad. Es necesario sacar todas las máscaras, y a veces hay historias que están llenas de máscaras, entonces hay que sacar las historias también.
Olvidémonos, esa es nuestra eternidad.
Porque antes de rendirnos fuimos eternos.