Alguna vez pensé que ciertas cosas eran para siempre. Sin darme cuenta, alguna vez por primera vez, prometí cosas para siempre.. No niego que el amor sea para siempre, pero la forma de manifestarlo es tan dinámica que cambia cuando menos se espera.
Hoy leí sobre el amor que es como un jardín: se decide amar, y hay que sembrar, regar, esperar, recoger frutos, seguir sembrando.. y hacerlo fuertes, ya que probablemente en el invierno hayan grandes lluvias o en otras temporadas hayan sequías, o hayan temporales o quién sabe qué cosas..Me llego a dar rabia a mí misma por haber dejado mi jardín a la deriva y haber dejado de regarlo y sembrarlo y todo eso..A veces tengo miedo y tengo pena. A veces también soy muy feliz. Pero siempre siempre amo.
En algunas ocasiones, no abrimos los ojos, y los cerramos. Aún así se sigue viendo con los ojos cerrados. Porque ya lo vimos, sólo nos da miedo abrirlos, porque ya sabemos lo que hay. Asumir. Lo dije antes, asumir lo que hay dentro nuestro y lo que hay afuera. Asumir y arriesgarse para conocer. Si no, no podemos amar. Con miedo a asumir no se podrá ver nada claro. Pensé que todo siempre iba a ser perfecto y para siempre. De todas formas no soy tan ilusa, porque entiendo qué es lo que dura para siempre y es perfecto.
Pero hoy asumo mis voces interiores que actúan como duendecillos y me hacen caminar y dar pasos con sentimientos nobles y llenos de amor. Me dicen que no tenga miedo, me dicen que no soy a la única persona a la que alientan, y que si el resto no escucha es simplemente porque ellos lo decidieron.
Hoy me siento más fuerte que hace tanto tiempo, y doy mis pasos con más firmeza.
Yo no le tengo miedo a nada, ni a los perros, ni a las gitanas, ni a la noche, ni al viento, ni a los temblores...
En realidad siempre está el miedo latente, pero es parte de la vida.
Creo que he visto una luz al otro lado del río.Voy a cruzarlo.