Sí, exactamente como decía Mafalda..Sería ideal poder bajarse del mundo, aunque claro, o quedas flotando entre las estrellas o te caes a un hoyo negro.Esto del ser algunos lo complicamos tanto, pero no sé qué tan posible sería simplificarlos, después de todo, cómo se pueden anular los sentimientos? Al menos a mí me cuesta harto el no sentir cosas tan profundas todo el tiempo (unasque acercan a la felicidad como otras que alejan).Dicen que el mejor consejo es el que se da uno mismo, y que a veces proteger al resto de que lo hieran no es bueno.Y entonces eso de necesitar complejiza tanto más la situación, y por sobre todo, la especulación de la herida, de la sangre, de la muerte..Porque es cierto, los tiempos cambian, la vida no deja su dialéctica, algunas veces más fugaz y otras un poco más casi eternas, pero siempre dinámica.Qué hacer, entonces, con el deseo de trascendencia? Y con el raciocinio del no deseo?Qué hacer con los enamoramientos y decepciones? Y con las llegadas y las partidas?Qué hacer con el inevitable deseo y apego?Qué hacer con esos momentos deangustia que aparecen dejando agujeros negros en el universo?Qué hacer cuando pesael hambre de esperar? Y con esa rabia que nos confunde a todos?Sólo sé sonreir, y sin embargo, hay días en que se hacemás fácil que otros.. Está clarito que hoy no es uno de aquellos días.Estamos claros con que hay gente que te pide cosas y gente que no, con que a veces hay cosas que damos por millones y otras que se nos hace un poco más difícil, e invade un deseo enorme de dar y sentirse bien.Cómo reaccionar ante esos momentos de angustia, sabes que son sólo un momento y que pasan y ya todo bien y feliz, pero por lo mismo. Es un momento, la vida esta hecha de momentos y por lo tanto son parte de la vida. Está claro el deseo de no querer involucrar a más personas para que sean absorbidas por nuestros agujeros negros. Está claro que a algunos nos cuesta mucho más hablar de más, hablar de esos deseos que salen a ratos y trata de dominar el raciocinio, y de esos momentos que componen la vida, pero deseos y momentos al fin y al cabo.Solamente muero los domingos, y los lunes ya me sient bien.EL problema consta en que los domingos son partede la vida, aunque sepamos queel ciclo sigue y vuelve el lunes inmediatamente. Qué hacer en esos momentos en que quieres hablar de más? Hablar de más a pesar de todo?Ojalá que los domingos no se sigan viniendo tan seguido para transformarse en un gran domingo.Ojalá se pueda aprender a disfrutar cada posición del mundo, cada ángulo que toma cada segundo con su constante girar.Ojalá bajen los deseos de escribir los domingos, y entonces esperar hasta el lunes.Aunque creo que es mejor disfrutarel domingo dentro de su contexto de nostalgia, aunque probablemente uno necesite también hablar dentro de ests días, así que creo que tendré que aprender a comunicarlo, pues es parte también de mis días.